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13.12.11

Manifiesto ambientalista


La época de los “sistemas” ha pasado.
La época de la construcción de la forma
esencial del ente a partir de la verdad
del ser no ha llegado aún…

M. Heidegger, Aportes a la filosofía.

Por Lenin Cardozo*

A los siete mil millones de seres humanos, contabilizados por la Organización de las Naciones Unidas al inicio de la segunda década del siglo XXI, a los que nacerán en el transcurso de los próximos años, a todos los seres vivos distintos a la raza humana, a quien a partir de ahora “apellidaremos”: los humánidos, que siendo del reino animal o vegetal, nos acompañan de manera esencial – por eso le damos nuestro apellido – en la fantástica aventura sobre el planeta Tierra.

Somos categóricos al definir al ambientalismo de hoy como el sagrado respeto al don de la vida, el legado para quienes vendrán. Es la retribución con el más profundo amor a nuestras dos madres, a la biológica y a la natural (La Madre Tierra). El reconocimiento a quienes han sido nuestros padres: árboles, montañas, ríos, lagos, cielo. Es proteger a los hermanos los no humanos: invertebrados, vertebrados, anfibios, el reino vegetal. Es pedir perdón por quienes han sido sacrificados o robados para prolongarnos la vida. Es la lucha por la vida que le da sentido a la vida. Es lo opuesto a la crueldad, a la codicia. Es el camino de la paz espiritual, sin culpa. Es la última utopía.

Un ambientalista tiene como misión de vida re-imaginarse el mundo, entender y hacer entender que todas las especies que lo habitan tienen derecho a la vida, y aun en el último segundo o latido, tenazmente debemos defender. Aceptar la existencia del “otro”, es el primer compromiso. La cual debemos comprender y respetar. El “otro” puede ser una persona que piense distinto a nosotros, con diferentes religiones, posición social, razas. Pero también allí van incluidas, por supuesto, las distintas especies animales, vegetales, ecosistemas, habitats, las aguas, el aire, la tierra sobre la que andamos todos los días.


El pensamiento ambientalista se creó en América, América lanzó al mundo el S.O.S del ambientalismo. América como continente, trae en sus genes una cosmovisión ambientalista, que viene de sus ancestros indígenas, y en el siglo XX, las primeras acciones que interpretan con valentía la defensa de la naturaleza, surgen de la zaga del Greenpeace, en Vancouver, al oeste de Canadá. Hippies ecologistas, llamaron la atención del mundo al protestar con independencia, sin compromisos partidistas ni vinculaciones con las ideologías existentes, las pruebas nucleares en el pacifico. Luego la intolerancia y el hostigamiento, de quienes gobernaban ese país para la época, obligó a la mayoría de sus fundadores a refugiarse en Europa. Era demasiado sospechoso, en plena guerra fría, protestar para defender el planeta.

La propuesta ambientalista, no es la tercera vía, ni es el nuevo traje de una izquierda o de una derecha que ven disminuidas sus ofertas electorales. Tampoco, es una secta o alguna nueva religión. Hoy es la única vía, para valorar la vida. Vivimos nuevas realidades que exigen a gritos nuevas estrategias. Es replantearse un cambio en nuestro contrato social sectario por un contrato natural incluyente. Requerimos códigos de ética globales. Cambiar ese conservador “sentido común”, por un sentido ambientalista.

El ser humano, tiene la capacidad de reinventarse así mismo y el planeta requiere esa metamorfosis, la inteligencia para sumar esfuerzos y saberes específicos, generales, propios, aprendidos o empíricos, pero todos con una meta común, preservar la Tierra. Ser ambientalista es una postura comprometida, firme y activista. Es no actuar como el avestruz, que ante la incomprensión o el peligro mete su cabeza en un hueco, para eludir la realidad. Proteger las especies (humanus y humánidos) en la naturaleza, es el desafío.

La vieja contienda entre la civilización y la Tierra, ya debe desaparecer radicalmente, sustituirla por la convivencia amorosa, equivalente, mutuamente aportativa entre la Tierra y la civilización (la paz fértil) para salvaguardar el milagro mayor del Planeta Azul: la existencia.

En este esfuerzo titánico de los mejores hombres y mujeres para cambiar el rumbo del destino del mundo, para apartarlo del futuro desastre al cual lo ha llevado la insensatez humana, confluyen – a nivel científico, artístico, poético, filosófico, humanístico – los conservacionistas quienes se ocupan de proteger la naturaleza, entendida como la diversidad de flora y fauna (la defensa de una especie en vías de extinción, por ejemplo), la belleza de los parajes naturales, como un privilegio del que disfruta la especie humana, como un lugar de esparcimiento, recreo y contemplación que debe ser respetado tal y como ha sido heredado a lo largo de la historia; los ecologistas que profesan la ecología como ciencia, los científicos de las ciencias naturales que estudian los hábitats, ecosistemas, biomas, etc.

Los ambientalistas como activistas que exigen una reciprocidad activa, fecunda entre el ser humano y el ambiente, una relación generacional, que no esté basada en un modelo de explotación de los recursos irracional y destructivo. Radicales en la defensa del derecho al disfrute de la vida de todas las especies.

Este manifiesto concluye con la proposición de los cinco haceres primarios generales para materializar la acción del ambientalista:

1. Liberar el espacio donde habitamos: la casa o apartamento en lo posible de las contaminaciones ambientales (preparar la basura para el reciclaje, ahorrar energía, administrar bien el agua, mantener el ornato, etc.)

2. Vigilar el sector urbano donde vivimos: vitalizar los espacios verdes (jardines, islas de avenidas, plazas, parques, etc). Denunciar los botes de aguas blancas y servidas. Atacar la contaminación sónica, etc.


3. Presionar: todo ambientalista tiene suficiente perfil ciudadano para llevar a las instancias de gobierno (alcaldías, consejos municipales, consejos legislativos estadales, gobernaciones, ministerios, etc.) sus proposiciones, denuncias, sugerencias etc.

4. Divulgar: todo ambientalista debe usar los medios divulgativos a su alcance (prensa escrita, radio, televisión, redes sociales, aulas escolares, espacios universitarios, etc.) para llevar a cabo todo lo que se ha señalado en los acápites anteriores y así como nuevos aportes e ideas, en fin.

5. La herramienta política: el ambientalista asumirá si fuere necesario, funciones políticas firmes para defender el ambiente. Sin miedo.


Los ambientalistas del mundo, nos comprometemos a través de este manifiesto a cumplir las siete acciones sacras para salvar la Tierra: Siembra de árboles, proteger los animales y la flora silvestres, goza el placer del aire, respetar el agua, administrar el fuego, amar la tierra y a la Madre Tierra, valorar la vida.

Defendamos con toda la fuerza de nuestros músculos, de nuestro pensar, de nuestro sentir a la patria donde nacimos y a la Madre Patria donde retornaremos para el viaje por el abismo de la eternidad, el Planeta Azul, la Tierra.

http://lenincardozo.blogspot.com

Sobre el autor: Lenin Cardozo (1960) Ambientalista venezolano. Director Ejecutivo de los noticieros ambientalistas Canal Azul 24 (www.canalazul24.com), Blue channel 24 (www.bluechannel24.com) y ANCA24 Agencia de noticias ambientales para las Americas. Fundador de la ONG venezolana AZUL Ambientalistas (www.azulambientalistas.org).

vía + VERDE

8.12.11

Si seguimos así, en Venezuela no quedara un bosque en un lapso de 40 años

Venezuela tierra de gracia, tierra de contraste. Ocupamos el décimo lugar en el mundo en biodiversidad. Lo nuestro es un problema cultural, queremos vivir de talar, quemar y cavar. Pareciera que tenemos un minero o un Leñador en la mente.

Uno de los privilegios de Venezuela es que cerca de la mitad se encuentra cubierta de bosques. El 80 % se encuentra al sur del Orinoco. En la mitad norte del país, con el 90% de la población venezolana, los bosques cubren apenas el 20% de la superficie. Se encuentran además fraccionados, intervenidos y severamente degradados. Se estima que cerca de dos tercios de la superficie forestal original de Venezuela al Norte del Orinoco ya ha sido destruida.

Una de las consecuencias es la escasez de agua que hoy afecta a una buena parte de la población venezolana, tanto para el consumo doméstico, como para la irrigación de tierras agrícolas o la producción de energía eléctrica. La escasez más pronunciada se registra en la altamente poblada zona costera central, incluyendo a las ciudades de Caracas y los centros industriales de Valencia y Maracay, Region esta, con más de la mitad de los habitantes del país.

Otras consecuencias de la destrucción de los bosques son: un significativo aumento en la frecuencia e intensidad de sequías e inundaciones, con daños a la producción agrícola, represas hidroeléctricas, sistemas de irrigación, vías de comunicación, empresas y hogares; erosión y pérdida de la fertilidad de los suelos; y crecientes dificultades en el suministro de leña, alimentos, medicinas, materiales de construcción y otros productos tradicionalmente suministrados por los bosques a comunidades indígenas y campesinas; las altas tasas de deforestación implican que Venezuela es también uno de los países con mayor cantidad de emisiones de gas carbónico por habitante de América Latina. La pérdida progresiva e irreversible de buena parte de la biodiversidad del país.

En Venezuela por ejemplo, el consumo de petróleo y gas natural genera la emisión de 140 millones de toneladas métricas anuales de CO2. En consecuencia, las emisiones de CO2 por habitante, sólo por el consumo de combustibles fósiles, son significativamente superiores a las de Argentina, Chile, Colombia, Perú y las del resto de los países de América Latina. Lamentablemente, la deforestación en Venezuela contribuye con 145 millones de toneladas métricas adicionales de CO2, duplicando las relacionadas con el consumo de energía fósil.

Venezuela es uno de los 8 países del mundo más ricos en biodiversidad. La mayor proporción de esa variedad de plantas y animales se encuentra en los bosques naturales del país. La deforestación implica la erradicación definitiva e irreversible de miles de especies.

La destrucción y degradación de bosques en Venezuela se ha convertido en una amenaza a la estabilidad ecológica, y por ende a la estabilidad económica y social del país. Con los bosques se pierde uno de los principales sustentos de modelos de desarrollo efectivamente sostenibles en el tiempo.

La destrucción de bosques en Venezuela continúa a tasas alarmantes. Según la Organización de Naciones Unidas, Venezuela ha venido registrando en los últimos 28 años una de las tasas de deforestación más altas de América Latina.

Durante la década de los 70, los bosques de Venezuela fueron talados a razón de 245.000 hectáreas por año (FAO, 1988). En la década de los 80 la destrucción aumentó en forma dramática, para alcanzar un promedio de 600.000 hectáreas por año (FAO: FOREST RESOURCE ASSESSMENT 1993). Sólo en 10 años se destruyeron en el país 6 millones de hectáreas de bosques, una superficie equivalente a la de toda Costa Rica.

Venezuela se convirtió así en uno de los países con las más altas tasas de destrucción de bosques de América Latina. La tasa de deforestación en Venezuela desde 1980 hasta 1995 (1.1%) fue equivalente al doble de la del Brasil, y tres veces superior a la del Perú (FAO: STATE OF THE WORLD’ S FORESTS, 1997).

Los países con mas deforestación anual:

Burundi, 9. 0 %;

Haití, 5. 7 %,

El Salvador, 4. 6;

Ruanda, 3. 6 %;

Nigeria, 3.7%

Costa de Marfil 3. 1;

Nicaragua, 3. 0 %;

Mauritania 2. 7%;

Venezuela, 0.8 %.

La tasa de deforestación en Venezuela sobrepasa el 2.8 por ciento anual, es decir se deforestaron 1,300 millones de hectáreas anualmente, más del doble que en el quinquenio anterior. Si se ha mantenido el porcentaje de deforestación de los países señalados, Venezuela ocuparía actualmente el décimo lugar en el mundo entre los países con mayor porcentaje de deforestación de sus bosques. A este nivel de deforestación, en Venezuela no quedara un bosque en un lapso de 40 años. Pasará a ser un país desertificado, con catastróficas consecuencias para su población.

La deforestación que es la desaparición de bosques propiciada por los seres humanos por medio de la tala y quema de árboles, se hace principalmente para obtener la materia prima de la industria maderera, y en Venezuela aparece justificada en las leyes ambientales para la obtención de suelos aptos para la producción de alimentos por medio de la agricultura y la ganadería. Lo que, no parece del todo cierto porque los indicadores de producción de alimentos son negativos, haciendo contraste con el alto índice de masas forestales desaparecidas.

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Los bosques son probablemente el patrimonio más valioso que nos ha regalado la naturaleza. Vivimos en una sociedad donde un árbol tiene valor después que se le ha derribado y se le ha calculado los metros cúbicos de madera.

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Cuando un bosque ha sido reducido o fragmentado se crean condiciones poco aptas para la fauna, diferentes a las condiciones del bosque original continuo, disminuyendo la biodiversidad. Al fragmentar la vegetación aumenta el riesgo local de extinción de especies. La extinción de una especie es irreversible.

El oxígeno que produce sus hojas permite que cada uno de los seres humanos respiremos. Se calcula que cada persona necesita de 50 árboles, aproximadamente, para producir los 10 metros cúbicos del aire que inhalan. La Tierra no puede más y nos está cobrando la factura y aunque no todos tenemos la misma cuota de responsabilidad, ella no mira clases sociales ni posición económica o creencias religiosas.

SE HABLA VERDE

6.12.11

El Top de las Democracias mundiales

Un informe del año 2006 realizado por Economist Intelligence Unit, estudio el grado de implantación de los gobiernos democráticos a nivel mundial. Para llevar a cabo dicha clasificación utilizó diversos parámetros como el grado de participación electoral de la población o los derechos civiles garantizados a los ciudadanos.

El siguiente mapa muestra el top de las 28 democracias más valoradas; y curiosamente el país por ‘excelencia’ que más ha pregonado su exquisita democracia, es decir EEUU, se encuentra en un más que discreto puesto 17. Incluso España se encuentra por encima.


Y como siempre en el top 5 aparecen los países nórdicos, junto con Holanda.

Participación de la población votante

16.10.11

Víctor Maldonado: Sobre la desmoralización del enemigo

Nadie debería dejar de leer el capítulo I del Arte de la Guerra escrito por Sun Tzu. Comienza con una advertencia imposible de evitar y de olvidar: “la guerra es un asunto de importancia vital para el Estado: la provincia de vida o muerte; el camino a supervivencia o ruina. Se debe estudiarla profundamente”. Si la política, parodiando a Carl Von Clausewitz, es la continuación de la guerra por otros medios, entonces no cabe duda que muchas de sus reglas son aplicables sin demasiadas enmiendas, y que por la vía de la política también nos exponemos a la disyuntiva entre la devastación y la prosperidad.

La guerra y la política tienen pocas reglas de contención ética, aunque el Arte de la Guerra refiere unas cuantas, sobre todo asociadas a la eficiencia. Pero da por descontado que lo importante es la victoria a cualquier precio. Habrá certámenes más limpios que otros, pero no cabe duda que la historia la escriben los vencedores. Si no que lo diga Chávez, el corrector más insensato de la tradición patria. Así que el principio de que todo es válido en la guerra y en el amor, por más que haya sido advertido en todos los tiempos, no ha evitado que pueblos enteros hayan caído en errores fatales de ingenuidad y candidez a la hora de creer.

La mejor forma de ganar una guerra, o de obtener un triunfo político es la desmoralización del enemigo. Permite cantar victoria sin tener que luchar, y sin el desgaste de una batalla. Desalentar es entonces la primera lanza de cualquier estrategia, y se intenta sin importar el costo. Rumores sobre la fortaleza invencible del adversario, o posicionar tempranamente su imbatibilidad forman parte de cualquier manual de estrategia política. Y eso es lo que se está haciendo en Venezuela, contando además con la ingenuidad de las masas y esa condición histeroide que ha marcado a nuestro gentilicio en los últimos tiempos. Desanimar a la sociedad democrática no resulta tan difícil. Basta con que salga un vocero con credibilidad y diga que sus encuestas indican que Chávez remonta hasta llegar al 60% de popularidad. Y listo. Es suficiente con que alguien exponga que descubrió una inédita “conexión mágico-religiosa” entre Chávez y el pueblo venezolano para que todo comience a derrumbarse.

En la política, así como en cualquier guerra, todo se reduce a la fortaleza moral y la vigencia de las convicciones sobre si vale la pena o no seguir luchando. ¿Cuánto cuesta colocar en el ambiente una versión de la realidad falsa pero verosímil? Todo depende, pero sabemos que todo hombre tiene un precio. Esto último también forma parte de los gastos asociados a cualquier conflicto. Mentir tiene su rédito, tanto para el que miente como para aquel a quien le conviene esa mentira. Por ahora sabemos que a Chavez le conviene que creamos y asumamos su supuesta popularidad, además adobada por ese matiz místico con el que alguno quiere adornarlo. La tramoya está montada y nosotros somos el auditorio perfecto para la consternación temprana.

En política, y en la guerra, la verdad no es importante. Lo verdaderamente sustancial es lo que la gente asuma como cierto. Se pueden montar verdaderos ejércitos de cartón piedra, o darle validez a los ovnis, e incluso poner en duda que el hombre puso alguna vez un pie en la Luna. Chávez cree que a Bolívar lo asesinaron, y su pana Mahmud Ahmadineyadinsiste en que no hubo holocausto. Que la gente, su gente, lo asuma o no, depende de un vocero creíble. Pero no son ellos nada más. La política es como el iceberg. Nosotros solo vemos la parte que emerge, sin imaginarnos lo que está sumergido. Por ejemplo, se ha preguntado Ud. ¿cómo se monta la popularidad de un candidato? En la trama aparecen los mismos voceros que afirman la imbatible ascendencia de Chávez, pero que ahora se voltean y dicen que, por otra parte, el candidato tal o cual, está colocado más allá de cualquier acaso. Con eso logran ganarle al enemigo sin luchar, que es la suma de todas las habilidades.

Venezuela se ha venido a menos. Cualquiera puede ponerle precio a su vocería y jugar a los dados con la realidad. Cualquiera puede ser el valedor de una elección y de un candidato, mientras en sus bolsillos suenan esas treinta monedas que le permitirán un retiro pudoroso en Miami o comprarse una casita en el Country Club. Lo único que nos puede salvar de la suerte de ser presa fácil de tantos estafadores es que hagamos las preguntas adecuadas cada vez que se presentan. ¿Quién es el cliente? ¿A quién le conviene? ¿Quién paga? ¿Por qué ahora? Se sorprenderían de las respuestas, porque ¿quién controla y valida la veracidad de estos oráculos?

Víctor Maldonado C

Médico venezolano habla de un tumor maligno en el cuerpo de Chávez

El mandatario pasó de problemas de triglicéridos y colesterol hace 20 años a una bipolaridad en tratamiento desde hace una década, y de ahí al agresivo tumor en la pelvis que exige quimioterapia y es de muy mal pronóstico.

Foto: Leo Ramírez/ AFP

El cáncer que padece el presidente Hugo Chávez ha conmocionado a Venezuela y a los aliados del mandatario. El médico que integró un equipo de galenos venezolanos en el Palacio de Miraflores para cuidar la salud del Presidente, antes de que éste confiara su vida sólo a médicos cubanos, aceptó conversar sobre el tema con M Semanal. El cirujano Salvador Navarrete Aulestia traza en esta entrevista el perfil del paciente Hugo Rafael Chávez Frías, y su diagnóstico no es bueno: el Presidente sufre de un agresivo tumor maligno de origen muscular alojado en la pelvis. La expectativa de vida en esos casos puede ser de hasta dos años.

Entre firmes secretos, varios presidentes latinoamericanos han padecido en los últimos años un deterioro en su salud durante el ejercicio del poder: Fidel Castro heredó su sillón presidencial a su hermano Raúl en Cuba cuando estuvo al borde de la muerte en 2006; Néstor Kirchner enfermó siendo presidente y murió el año pasado, y su viuda Cristina muestra cuadros depresivos al frente de Argentina; el presidente paraguayo, Fernando Lugo, tiene cáncer; el uruguayo Pepe Mujica, de 76 años, ha dicho que sufre de estrés; el presidente Mauricio Funes no oculta su gran afición por el tabaco, mientras que la presidenta brasileña Dilma Rousseff se recupera de un cáncer linfático; Vicente Fox fue operado de la columna en pleno mandato y el ex presidente peruano Alejandro Toledo padece alcoholismo.

Haber cuidado la salud del presidente no es el único mérito del cirujano Salvador Navarrete, especialista en laparoscopía formado en Venezuela, Francia, Estados Unidos y Cuba. Ha publicado una treintena de trabajos y videos científicos, y obtenido una serie de galardones; entre ellos el premio Sociedad Venezolana de Cirugía, el premio Cipriano Jiménez Macías y el premio Ricardo Baquero González, en diversas ediciones del Congreso Venezolano de Cirugía. Este es su testimonio.

VFG: ¿Cuál es el perfil de Hugo Chávez Frías como paciente de un médico de la Presidencia?

SN: El presidente Chávez es un hombre que ha sido tratado en el pasado por una enfermedad de tipo maníaco-depresiva conocida por sus biógrafos y por los médicos que lo hemos atendido. Este padecimiento ha sido manejado antes por un grupo de siquiatras, encabezados por el médico Edmundo Chirinos, quien ha sido condenado en 2010 a 20 años de cárcel por el asesinato de una paciente en 2008. Ese tratamiento médico mantiene al Presidente compensado en sus manifestaciones de estados mentales inestables que pasan de la euforia a la tristeza, estados en los que la personalidad se disocia y llega a tener episodios de pérdida de contacto con la realidad. Es una enfermedad muy frecuente en el mundo de hoy, calificada como trastorno bipolar. El presidente Chávez oscila entre estos polos, con más tendencia a la euforia, a la hiperactividad y a la manía.

VFG: ¿Cuándo fue su primer encuentro con el presidente Chávez como paciente?

SN: Yo lo tuve como paciente en el Palacio de Miraflores en marzo de 2002, en vísperas del golpe de Estado en su contra, porque él estaba muy angustiado. El ministro de la Secretaría de la Presidencia, Rafael Vargas, quien vivía en la residencia presidencial, nos pidió crear un reducido círculo de médicos venezolanos de confianza para tratar los padecimientos del Presidente, sometido a una intensa presión y desgaste físico.

VFG: ¿Cómo era el trabajo de ese equipo médico con la misión de atender a un Presidente en la mayor crisis política venezolana de la última década?

SN: Fue una experiencia muy intensa. Nos hizo miembros del personal de la mayor confianza adscritos al Palacio de Miraflores. Éramos tres médicos venezolanos, un cardiólogo, un gastroenterólogo y este servidor como cirujano del equipo. De los tres yo era el único con militancia política, como miembro de la Dirección Nacional Ampliada del Movimiento Quinta República (MVR), fundado por el presidente Chávez, como parte de la Dirección de Formación Ideológica, que fue un gran partido hasta su conversión en 2007 como núcleo del Partido Socialista Unificado de Venezuela (PSUV).

Hugo Chávez con muletas después de grabar su programa <i>Aló Presidente</i> en mayo de 2011.
Hugo Chávez con muletas después de grabar su programa Aló Presidente en mayo de 2011. Foto: Juan Barreto/ AFP

LA DESCONFIANZA

VFG: ¿Cuál fue la experiencia de ese grupo de médicos venezolanos ante un paciente en el poder bajo acoso permanente?

SN: Nosotros tres fuimos a evaluar al Presidente en varias oportunidades. En aquella ocasión, hace menos de 10 años, había que hacerle una endoscopia superior e inferior (introducción de una cámara por la boca y por el ano). Por esa razón llegamos todos para protegerlo, para que ese padecimiento no evolucionara, pero él no se dejó examinar. Hoy en día, que se ha descubierto el cáncer que padece, el Presidente dice en público que se arrepiente de su soberbia ante las recomendaciones médicas.

VFG: ¿Se trata entonces de un paciente renuente y escéptico?

SN: El Presidente es muy desconfiado, muy, muy desconfiado. Él pensaba que no se iba a enfermar nunca. En una de esas ocasiones, él y yo tuvimos una discusión importante, cuando le reclamé la falta de responsabilidad política por no dejarse atender de sus males y por no dejarnos hacer nuestro trabajo médico de preservar su salud.

VFG: ¿Hubo consecuencias?

SN: El Presidente nunca se enemistó conmigo. Ese episodio quedó allí, en el vacío, y se diluyó aún más con las posteriores tribulaciones del golpe de Estado. Desde entonces descubrí muchas cosas en el entorno del poder y abandoné la militancia política, pasé a los “cuarteles de invierno” como asesor el gobierno en el área de Salud; pero no me retiré completamente. Dos años después, el entonces ministro de Salud, Francisco Armada, me nombró su representante ministerial en la dirección del Hospital Universitario de Caracas, cargo que mantuve hasta julio de este año cuando, felizmente, después de haber renunciado dos veces, la ministra actual, que fue alumna mía, Eugenia Sader, aceptó mi retiró de un cargo que ocupé desde 2005 hasta julio de 2011, con una carta muy bonita de agradecimiento. Era un cargo público honorario muy interesante que me mantuvo activo en la dirección hospitalaria, no obstante que pasaron tres ministros ex militares no muy transparentes. Ahora me dedico plenamente a la actividad médica y académica.

Celebración del regreso de Chávez a Caracas, el cuatro de julio pasado, después de su hospitalización en Cuba.
Celebración del regreso de Chávez a Caracas, el cuatro de julio pasado, después de su hospitalización en Cuba. Foto: Ariana Cubillos/ AP

HISTORIA CLÍNICA PRESIDENCIAL

VFG: ¿Qué tipo de persona resultó ser el Presidente en las auscultaciones médicas que se dejó hacer en aquella ocasión?

SN: Es un hombre muy, muy limpio, es notable que incluso se hace cuidar las uñas de las manos y los pies, eso es una cosa que llama muchísimo la atención en él, un militar. El Presidente tiene muy buena presencia y un magnetismo muy particular. Es un hombre que cuida muchísimo su aspecto personal, que siempre está arreglado, que no huele mal, pulcro, que se preocupa por estar físicamente en forma. Es un hombre de poder interesante, poco dado a la lectura sistemática, lee fragmentos que trata de atar en su imaginario ideológico, que puede oscilar de un bando a otro.

VFG: ¿Cuál fue la adicción más notable registrada en su expediente?

SN: Es un hombre que toma mucho café, muchísimo, consume un incontable número de tazas de café al día. Fuma en situaciones de tensión o por placer, en privado, nunca en público. Trabaja hasta altas horas de la noche todos los días, es noctámbulo, y hace que sus ministros trabajen a su mismo ritmo. Se levanta a las seis y media o siete de la mañana, con un promedio de sueño de unas tres o cuatro horas diarias, no más de eso, y duerme muy poco. Es un hombre fuerte, aunque ahora esté deforme por los efectos de la quimioterapia.

VFG: ¿Qué registros tiene la historia previa de la hoja clínica presidencial?

SN: No tiene operaciones ni antecedentes de cirugía. Tiene un antecedente de trastorno metabólico, llamada dislipidemia, es decir, colesterol y triglicéridos altos. Para aquel momento no se lo estaba tratando, manifestaba tendencia a la tensión arterial alta; pero no era hipertenso, apenas con unos cinco o seis kilos de más, con unos 82 kilos, no como ahora. Es hombre alto y fuerte, con 1.79, 1.80 de estatura.

VFG: ¿Cómo saltó ese paciente una década después a un cuadro clínico de un cáncer?

SN: El Presidente decidió cambiar de rumbo radicalmente meses después del golpe de Estado en su contra. Abandonó a todos los médicos venezolanos y se puso absolutamente en manos de los médicos cubanos. Hace un mes nos reunimos con gente muy cercana al Presidente y les dije lo mismo que le dije a él una vez en Miraflores, cuando fue mi paciente: que no hay conciencia del impacto político nacional del tema de la salud de Presidente. La respuesta de estas personas de su entorno fue la misma: que a él no se le puede decir nada sobre su salud, que no le hace caso a nadie, mucho menos a los venezolanos.

VFG: Hay mucha especulación sobre el tipo de cáncer que aqueja al Presidente, ni él mismo ni nadie lo ha dicho.

SN: Voy a ofrecer la información que tengo sobre esa base que usted me propone. El presidente Chávez tiene un tumor de la pelvis que se llama sarcoma. Esos son tumores retro-peritonales, del suelo de la pelvis. Desde el punto de vista embriológico pueden ser de tres tipos: del mesodermo, del ectodermo o del endodermo. La información que yo tengo de la familia es que él tiene un sarcoma, un tumor muy agresivo de muy mal pronóstico y estoy casi seguro que esa es la realidad. Por eso le están aplicando una quimioterapia tan agresiva, porque si fuera un cáncer de próstata, le pones hormonas y ya, ni te das cuenta que está tomando tratamiento.

VFG: ¿Está descartado entonces un tumor de próstata?

SN: No es un tumor de próstata. Es un tumor que está muy cerca de la próstata y que probablemente invadiendo su vejiga. O es un tumor que se origina en la vejiga y que está invadiendo la pelvis. En todo caso, es un tumor que se origina en la parte de abajo de la pelvis, que es considerada la región anatómica que está dentro de las caderas. Atrás de esa región están los músculos psoas ilíacos, que es el músculo que, insertándose en la columna lumbar, levanta el fémur hacia arriba. Es el músculo que permite levantar la rodilla estando sentado. Por eso pensamos que el tumor es de naturaleza muscular, que está alojado y originado allí; lo digo porque, antes de ser sometido a la intervención quirúrgica para extraer el tumor maligno del tamaño de una pelota de beisbol, el Presidente resintió un problema en la rodilla: un dolor referido. Por eso estamos casi seguros de que se trata de ese tipo de cáncer. Esa es un información que por el natural interés público la hemos ido integrando, construyendo poco a poco. Soy el cirujano de la familia y me reuní con otro de sus médicos (de la familia), compartimos la información disponible y coincidimos plenamente en este diagnóstico que estoy haciendo.

VFG: La pregunta inevitable que todo el mundo se hace es: ¿cuál es el rango de la expectativa de vida con el cuadro similar al del presidente Chávez?

SN: Nosotros pensamos que el pronóstico del presidente Chávez no es bueno. Y cuando digo que el pronóstico no es bueno significa que la expectativa de vida puede ser de hasta dos años. Esto explica la decisión de adelantar las elecciones.

Anuncio del tumor de Chávez en el periódico <i>Últimas Noticias</i> el primero de julio pasado.
Anuncio del tumor de Chávez en el periódico Últimas Noticias el primero de julio pasado. Foto: Carlos García Rawlins/ Reuters
El 21 de agosto pasado Chávez se reunió con venezolanos que rasuraron su cabeza en solidaridad con el mandatario.
El 21 de agosto pasado Chávez se reunió con venezolanos que rasuraron su cabeza en solidaridad con el mandatario. Foto: Jorge Silva/ Reuters

ENFERMEDADES DEL PODER

VFG: ¿Un presidente enfermo es el resultado de dos décadas de estrés, desde el golpe de Estado que dio en 1992 hasta los 12 años que lleva en el poder?

SN: Los hombres en el poder son individuos que se creen poseídos por una fuerza sobrenatural. Para aspirar a la Presidencia de un país debes tener una condición emocional diferente a la mayoría de la gente, porque debes tener mucha ambición y mucho fuelle para poder quitarte tanta gente del camino y poder llegar a la toma del poder y preservarlo. Eso configura un estado psíquico y emocional muy particular. Tener los cojones para aspirar a dirigir un país de 50 millones de habitantes, o 30 o 20 millones, requiere de algo más que voluntad.

VFG: ¿Usted conoce a la familia del Presidente porque los ha operado como cirujano, hay una tendencia común a ciertas enfermedades?

SN: Ellos tienden a tener enfermedades vasculares por parte de los Chávez, de la rama paterna. Él sufrió un accidente cerebro-vascular. Y por parte de la madre, de los Frías, tienen la tendencia a tener tumores. Operé a su madre de un tumor benigno del cuello en 1999, junto con otro colega médico de la familia que aún frecuento. Y ahora es una mujer muy sana y muy fuerte. Pero el presidente Chávez era un hombre sano cuando lo examiné en el marco que llevó al golpe de Estado de 2002. Sólo padecía un problema con elevado colesterol y elevados triglicéridos, y un problema mental de conducta bipolar bajo tratamiento. Esa enfermedad alguien de la familia la debe tener, una antecesor, porque definitivamente el presidente Chávez la tiene, pero no sabemos de quién la heredó.

VFG: ¿Son cubanos también los médicos de la familia del Presidente?

SN: No, los médicos de la familia somos nosotros.

VFG: ¿Y por qué los cubanos y no los venezolanos ocupan ese lugar, se volvió desconfiado el Presidente?

SN: Absolutamente, el presidente Chávez no confía en nadie ahorita.

VFG: ¿En nadie?

SN: En nadie. En Venezuela el presidente Chávez no confía en nadie, sólo en los cubanos. De hecho, en el Hospital Militar hay actualmente un piso preparado por si le pasa algo al Presidente y todo el personal es absolutamente cubano. Ni siquiera los camilleros son venezolanos.

VFG: ¿Eso explica la versión imprecisa publicada por el Miami Herald sobre la hospitalización del presidente Chávez hace un par de semanas?

SN: Con certeza puedo decir que entre el domingo 25 y el lunes 26 de septiembre lo dializaron porque el riñón no estaba filtrando bien los medicamentos y él estaba sufriendo. El lunes, colegas médicos tuvieron que sacar una máquina de diálisis del Hospital Militar de Caracas hacia el Palacio de Miraflores.

VG: Fue en su habitación del Palacio de Miraflores donde usted lo auscultó alguna vez. ¿Cómo es esa intimidad del Presidente de Venezuela?

SN: Es una habitación muy sencilla y ordenada, como es él. Con una biblioteca muy pequeña, con las lecturas que elige para el momento, todo muy pulcro; debo insistir en que es una persona muy meticulosa y limpia, ordenada, austera, así es él.

VFG: ¿Cuál es el escenario con Chávez enfermo en 2012?
SN: Ese escenario tiene dos opciones: uno con Chávez candidato y otro sin él. El Presidente puede morir y los militares tendrán que tomar el poder por un tiempo; o, si su enfermedad le impide ir como candidato, el oficialismo perdería las elecciones. Si llega en condiciones de salud aceptables para una campaña electoral, según información reciente, tiene más de 55 por ciento de aceptación en popularidad, pero como candidato Chávez registra 35 puntos, un candidato independiente que aún no tiene nombre recibiría el mismo 35 por ciento y el candidato opositor sólo 22 puntos. Esas son las consecuencias de la enfermedad del Presidente.



El médico venezolano Salvador Navarrete.
El médico venezolano Salvador Navarrete. Foto: Especial

Salvador Navarrete, médico cirujano

Médico cirujano, especialista en cirugía bariátrica y metabólica, egresado de la Facultad de Medicina, Escuela Luis Razetti, Universidad Central de Venezuela, en 1981. Posgrado realizado en el Hospital Universitario de Caracas, donde obtuvo el título de Especialista en Cirugía General.

Realizó su entrenamiento en Francia, Estados Unidos y Cuba, especializándose en cirugía laporoscópica. Asimismo, fue visitante asistente de la Unidad de Laparoscopia dirigida por el prestigioso doctor Moisés Jacobs en el Baptist Hospital de Miami.

Como especialista en cirugía de la obesidad, cuenta con una extensa participación como panelista y expositor en congresos y jornadas médicas realizadas en Venezuela, así como en Japón, Brasil, España, Estados Unidos y Perú, entre otros países.

El doctor Navarrete tiene más de una treintena de trabajos publicados y videos científicos, los cuales le han valido una serie de reconocimientos, entre ellos los siguientes: Premio Sociedad Venezolana de Cirugía, Premio Cipriano Jiménez Macías y Premio Ricardo Baquero González, entregados en diversas ediciones del Congreso Venezolano de Cirugía.

Ha sido jefe del Equipo Quirúrgico del Hospital Universitario de Caracas; jefe de Residentes del Servicio de Cirugía II y actualmente es jefe de la Unidad de Cirugía Endoscópica del Hospital Universitario de Caracas.

Su actividad como docente en la Escuela Luis Razetti de la Facultad de Medicina de la Universidad Central de Venezuela ha sido extensa, incluyendo Coordinador General del Posgrado de Cirugía General y Coordinador del Internado de Pregrado de Cirugía General de la Cátedra de Clínica y Terapéutica Quirúrgica B del Hospital Universitario de Caracas.

Actualmente es coordinador del Posgrado de Cirugía General del Hospital Universitario de Caracas y jefe de la Cátedra de Clínica y Terapéutica Quirúrgica B.

El doctor Navarrete comparte su actividad profesional entre el Hospital Universitario de Caracas, la Clínica El Avila y la Clínica Santa Sofía. Pertenece a numerosas sociedades científicas: fundador de la Sección de Cirugía Endoscópica y de la Sección de Cirugía Bariátrica integradas a la Sociedad Venezolana de Cirugía, así como fundador de la Sociedad Venezolana de Cirugía Bariátrica y Metabólica.

Es miembro de la Asociación Latinoamericana de Cirugía Endoscópica, The Society of Laparoendoscopic Surgens y de la Sociedad Española de Cirugía Laparoscópica, entre otras.

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